Detrás de Las verdaderas soluciones para perder grasa se encuentra un problema bien real: el sobrepeso y la obesidad. Un malque afecta sobre todo a los países desarrollados.
Según estudios realizados por la SEEDO (Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad), en España los datos de prevalencia más recientes en adultos, surgidos del estudio ENRICA en 2011, aportan una prevalencia del 22,9% de obesidad y del 39,4% de sobrepeso sobre una población de 12.036 personas encuestadas.
Las personas que sufren sobrepeso y obesidad son sobre todo personas con un gran sufrimiento tanto físico como psicológico.
Hoy lo que pretendo es concienciarte de los verdaderos mecanismos fisiológicos del aumento de peso y de la toma de grasa proponiéndote soluciones concretas.
Si lo que quieres es quitarte de una vez por todas la masa grasa que cada día te pone impedimentos y/o te arruina el día, deberías aplicar los consejos que a continuación te propongo. Todo ello sin ningún RÉGIMEN restrictivo y respetando tu cuerpo.
Pero para empezar y para que realmente comprendas tu cuerpo, algunas explicaciones se imponen antes..
El sistema de las calorías: una amplia estafa
Actualmente, nuestra visión del aumento de peso y de la toma de grasa se rige por el sistema de calorías alimentarias. La caloría es una unidad de medida de la energía. Así la cantidad de calorías que contiene un alimento corresponden a una cantidad de energía liberada por el cuerpo para realizar su digestión.
Las necesidades calóricas son diferentes de hombres a mujeres. Por ejemplo, un hombre que hace una actividad deportiva moderada necesitará entre 2500 y 2700 kcal, mientras que una mujer realizando el mismo tipo de ejercicio necesitará unas 2000 kcal.
La mayoría de regímenes y dietas a la moda están basados en el contenido de calorías de los alimentos.
Por lo que según ellos: «Engordo si paso un nivel calórico. Con lo que tengo que privarme de calorías para adelgazar».
Es como decir que 200 kcal de burguer equivalen a 200 kcal de plátano.
Es totalmente falso ya que 200 kcal de McDo te ayudarán a almacenar grasa en el tejido adiposo (lipogénesis) y el plátano va a ayudarte a regular tu peso. Esto se debe a que no todas las calorías tienen el mismo valor. Algunas son calorías vacías y otras calorías vivas. Y sus efectos sobre el mecanismo del aumento de peso es totalmente diferente. Interesante, ¿no? Vayamos más lejos.
¿Por qué almacenamos grasa?
La grasa corporal tiene 2 funciones vitales:
ALMACENAMIENTO ENERGÉTICO
La primera función del tejido adiposo es almacenar los aportes alimentarios excedentes en reservas energéticas.
Es por ejemplo la estrategia que aplican los animales cuando hibernan: Antes de la llegada del invierno, el animal va a sobrealimentarse para crear reservas de grasa, que le permitirán de darle el aporte energético (o calórico) necesario para todo el invierno.
Hay que comprender que el cuerpo va a almacenar los aportes calóricos y sobre todo el azúcar (glúcidos), transformándolo en ácidos grasos gracias a una hormona llamada insulina, que es en parte responsable del aumento de la grasa corporal.
EL ROL DE LA INSULINA EN EL ALMACENAMIENTO DE GRASA
En cuanto ingerimos y digerimos alimentos ricos en azúcares, como la pasta, el pan, el arroz, las galletas… se libera azúcar (glucosa) en la sangre. Pero nuestro nivel de azúcar en sangre no debe pasar un límite ya que más allá hay riesgos para nuestra salud.
La hormona encargada de la regulación del nivel de glucosa en la sangre es la insulina. Se secreta por el páncreas y es la encargada de almacenar el exceso de azúcar.
Hay 2 soluciones para ello:
- Para una persona sedentaria, este azúcar se transformará en ácidos grasos a partir del cuál el cuerpo fabricará triglicéridos que vendrán alimentar nuestros tejidos adiposos. Es la lipogénesis o aumento de grasa.
- Para una persona activa, practicando una actividad física regular, la insulina va a hacer que los azúcares se almacenen en los músculos y no en el tejido adiposo.
Nuestros músculos poseen sus propias reservas energéticas. El azúcar del músculo se le llama glucógeno y alimenta el músculo en energía cuando ha habido un esfuerzo intenso. Después de una sesión de deporte, las reservas de glucógeno se agotan. Los músculos piden comer y la insulina responderá enviando el azúcar procedente de la digestión.
Hay que entender que la insulina enviará el azúcar donde más se necesite. Si soy activo, serán los músculos los que comerán el azúcar. Y si soy inactivo, estos azúcares contribuirán a la creación de reservas de grasa.
Podemos concluir que son principalmente los azúcares los responsables del aumento de peso y sobre todo son los azúcares transformados y refinados, no naturales con un índice glicémico elevado (productos con harinas refinadas, bollería, pan blanco, azúcares blancos, sodas, etc).
No es la grasa alimentaria la que forma las reservas de grasa corporal. Esto es todavía una visión reductora e ideológica del aumento de peso. No por comer la buena grasa (aceites, frutos secos, por ejemplo) la que te hará aumentar peso. (Claro, que si al lado comes los otros alimentos industriales y refinados, sí que ganarás peso).
Muchas dietas y regímenes suprimen las grasas alimentarias, por decir ser las responsables del aumento de peso. Una práctica peligrosa e inútil a largo plazo.
La grasa, y más precisamente los ácidos grasos son indispensables para el cuerpo, son los precursores de la mayoría de las hormonas y son los agentes protectores y antiinflamatorios del cuerpo. Así que hay que reconciliarse con las buenas grasas.
Te invito a saber más sobre la insulina y el aumento de peso aquí.
ROL PROTECTOR
La segunda mayor función del tejido graso es la protección celular.
Nuestro cuerpo funciona a cada instante para mantener un pH sanguíneo neutro entre 7,32 y 7,42: un desequilibrio demasiado importante del pH puede desencadenar la muerte.
Nuestro mayor problema es que consumimos una alimentación demasiado acidificante y corrosiva para nuestro cuerpo.
Los alimentos acidificantes para el cuerpo son el exceso de productos animales (carnes, pescados y huevos), los cereales con gluten (todos los alimentos con trigo), los lácteos y todos los alimentos no naturales y transformados (sodas, pizzas, patatas fritas chips, etc).
El cuerpo, cuando está demasiado ácido tiene 3 reacciones principales:
1. Creación de edemas, para diluir los ácidos. El cuerpo almacenará agua para diluir la acidez.
2. La desmineralización para neutralizar los ácidos. El cuerpo buscará en las reservas de minerales (cabello, uñas, dientes) para destruir los ácidos.
3. Almacén de los ácidos en las grasas. (Lo que ahora nos interesa).
Como la grasa tiene un rol protector, permite de encerrar los deshechos ácidos dentro del tejido adiposo para aislarlo del resto del cuerpo, convirtiéndoles en inofensivos. Un poco como los forros de plástico de los cables eléctricos, sin los cuales nos electrocutaríamos.
Las personas con sobrepeso tienen toxinas y deshechos acumulados, que piden a ser eliminados por los órganos encargados de la eliminación y de la excreción.
Las dietas restrictivas (Dukan, Weight Watchers, Cohen, etc) van a pedir al cuerpo de quemar las grasas para darle energía. Pero la grasa libera deshechos ácidos que van a encontrarse en la sangre y van a venir agredir los tejidos provocando diferentes síntomas como erupciones cutáneas, dolores articulares, nerviosismo, etc).
Una vez el régimen acabado, el cuerpo se apresurará de fabricar las reservas de grasa para encarcelar los deshechos ácidos y proteger el cuerpo. Es el EFECTO YO-YO.
Por lo que hay que centrarse en el verdadero problema: El nivel de acidosis y toxicidad del cuerpo.
Este enfoque del rol protector de las grasas es poco habitual y soy consciente. Pero ello pone en evidencia el aspecto cualitativo de la comida que ingerimos.
FORMACIÓN DEL TEJIDO ADIPOSO
Que ya sea por Aumentar nuestras reservas energéticas o para Protegernos de los dolores provocados por los ácidos, la formación del tejido adiposo es el resultante de los malos hábitos como:
- El consumo excesivo de azúcares transformados y refinados.
- El consumo de productos acidificantes inapropiados a la alimentación humana.
- La falta de activad física.
Otros factores secundarios, que no vamos a tratar en este artículo, pueden ser el origen de un aumento de peso excesivo como:
- La falta de sueño y fatiga.
- Alteraciones afectivas, estrés.
- Toma de medicación.
- Hipotiroidismo.
Resumiendo: el sobrepeso y la obesidad son simplemente la consecuencia de una toma de distancia con las condiciones de vida por las cuales la madre naturaleza nos ha concebido. No estamos hechos para comer ni los azúcares ni los alimentos acidificantes que comemos hoy en día. A parte de nuestro nivel sedentario.
Las verdaderas soluciones para perder definitivamente la grasa
MEJORA TUS ÓRGANOS EXCRETORES
Perder peso es eliminar
Como ya hemos visto, no tenemos grasa porque comemos mucha grasa, si no que tenemos grasa a causa de una toxemia interna.
Uno de los intereses principales para perder peso no es de comer menos sino de desintoxicar y de eliminar los deshechos corrosivos presentes en nuestro organismo.
Menos mal que nuestro cuerpo está bien hecho: Ya que posee 4 órganos excretores, que son las puertas de salida de nuestro cuerpo:

Riñones

Pulmones

Intestinos

Piel
Estos 4 órganos permiten la salida de las sustancias tóxicas de nuestro cuerpo.
Desgraciadamente, mucha gente tiene estas puertas de salida obturadas y congestionadas a causa de una higiene de vida y de una alimentación inadaptadas.
Lo que hay que hacer entonces es reactivar el óptimo funcionamiento de estos órganos para deshacerse de todos los deshechos y toxinas, para tener un peso correcto, constante y estable a largo plazo y construirse una silueta en forma.
El funcionamiento de estos órganos puede favorecerse por la toma de plantas medicinales o de complementos naturales específicos, pero estos productos nunca sustituirán un cambio de las bases de nuestras costumbres higienodietéticas.
Para mejorar tus órganos excretores no hace falta que te gastes un dineral en todos esos productos. Solo hace falta que vuelvas a una alimentación fisiológica, es decir, a los productos que nos da la tierra: vegetales, frutas y verduras. Una alimentación rica en productos frescos y de temporada, sin productos tóxicos (o los menos posibles). Pero también, y sobre todo tienes que retomar una vida fisicamente activa.
Aquí esta la clave para el buen funcionamiento de estos órganos excretores, los cuáles te harán perder la grasa más allá de tus expectativas.
PRIORIZA UNA ALIMENTACIÓN VIVA
Deberás incluir en tu alimentación una parte importante de alimentos vivos.
Los alimentos vivos son simplemente los alimentos agrícolas: verduras, legumbres y frutas. Lo más frescos posible, que contengan todas sus cualidades y su potencial enzimático.
Los vegetales frescos y de temporada intervienen en el buen funcionamiento de los órganos excretores:
- Sus fibras actúan como una escoba intestinal, arrastrando, limpiando y drenando nuestro sistema digestivo.
- Su elevada concentración de agua de muy buena calidad, permite una acción diurética muy positiva para el trabajo de nuestros riñones.
Estos alimentos son indispensables si quieres perder peso.
Sin embargo son las frutas las principales limpiadoras y desintoxicantes de nuestro organismo:
- Aportan al cuerpo azúcares naturales: la fructosa. Ésta tiene una acción positiva en la glicemia, gracias a un índice glicémico bajo, con lo que no provoca un aumento importante del nivel de insulina.
- Las frutas diluyen literalmente nuestro almacén de grasas, gracias a los niveles bajos de ácidos y a sus principios activos.
Así que olvida las dietas especiales «quema grasa» fuera de precio. Todo lo tienes al alcance de la mano con las frutas si lo que quieres es quemar grasa. Algunas creencias populares dicen que las frutas engordan. Es totalmente falso y todo lo contrario. Las frutas (cualquier fruta) será tu mejor amiga para perder peso.
También tienes que tener cuidado porque las frutas pueden tener reacciones impresionantes si se comen en grandes dosis. Si esto ocurriera, disminúyelas y sustitúyelas por verduras y ensaladas, que tendrán una acción suavizante.
EVITA LOS PRODUCTOS TÓXICOS DE TU ALIMENTACIÓN
A parte de comer frutas y verduras, para perder la grasa excesiva de nuestro cuerpo, hay que disminuir sobre todo los productos tóxicos. Ya que la acción de las frutas será ineficaz a causa de que la reserva de deshechos se renueva constantemente.
¿Cuáles son estos productos tóxicos?
- Los cereales con gluten
- Los lácteos a base de leche de vaca
- Los productos transformados a base de azúcares, sal, harinas blancas refinadas presentes en los supermercados. Todos los productos preparados.
- DEMASIADOS alimentos animales (huevos, carnes, pescados). Puedes consumir productos animales de buena calidad pero no en cada comida.
Estos productos son a evitar porque generan deshechos acidificantes, congestionan nuestro organismo y por efecto rebote nos hacen aumentar de peso. Además, son alimentos con un índice glicémico alto.
¿Qué es el índice glicémico?
Cada alimento tiene un índice glicémico propio. El índice va de 0 a 100. 100 es el nivel de azúcar puro, el de la glucosa.
Permite de medir el poder glicémico de un alimento. Es decir, el efecto que va a tener sobre la glicemia sanguínea (nivel de azúcar en la sangre). Un alimento con un índice glicémico elevado provocará un pico en la glicemia.
Contra más elevada sea la glicemia, habrá más secreción de insulina en la sangre. Y como hemos visto, es esta hormona la responsable de almacenamiento de grasa.
Es aconsejable evitar así los alimentos con un índice glicémico elevado. Existen en internet numerosas listas que nos muestran el índice glicémico.
Un consejo, no te obsesiones por el índice glicémico de los alimentos. Es algo mucho más fácil de lo que te piensas sin tener que memorizar todas las tablas:
- Los alimentos con un índice glicémico (IG) elevado corresponden a los alimentos procesados y transformados, ya preparados y refinados. Son los alimentos industriales, los no naturales que encontramos en los supermercados.
- A modo de ejemplo, con sus IG: harina de trigo blanca (índice 85), azúcar blanco (IG100), patatas fritas (IG 95) , pan blanco (IG 90)…
- Al contrario, los alimentos naturales tienen una acción limitada sobre la elevación de nuestra glicemia.
- Frutos rojos (IG 25), zanahorias crudas (IG 30), manzanas (IG 35)…
Por lo tanto, son los alimentos transformados no naturales los que provocan el aumento anormal de la glicemia, conllevando así al aumento de peso.
HAZ UNA ACTIVIDAD FÍSICA DIARIA
Para perder grasa, tanto la alimentación como la actividad física son esenciales.
Es importante de tener una vida activa y de practicar actividades completas y variadas: desde actividades de cardio, que como su nombre indica hacen trabajar el corazón, a actividades intensas y explosivas (adrenérgicas) como el refuerzo muscular, el salto, el sprint (en función de las capacidades de cada uno).
No hay prácticas deportivas mejores que otras. Todo dependerá de tus necesidades y de tus ganas. Practica las actividades que más te gusten
Mis consejos:
Si tienes prisa en perder la grasa sobrante de tu cuerpo y quieres perderla rápidamente, te aconsejo que realices las actividades de tipo intensas y explosivas (como el HIIT).
Estas actividades son adrenérgicas y solicitan muchas hormonas con lo que tienen un efecto quema grasa impresionante. Además los esfuerzos intensos vacían las reservas de azúcar de nuestros músculos para que puedan hacer un esfuerzo importante, contrariamente a los esfuerzos de resistencia que sacan la energía de las grasas.
Si te estás diciendo que es la grasa y no el azúcar lo que quieres perder, acuérdate lo que he comentado anteriormente: en cuanto las reservas de azúcar muscular (glucógeno) se vacían después de un entrenamiento, la insulina segregada en las comidas va a dirigir este azúcar hacia los músculos en lugar de transformarlos en grasas y de almacenarlos en el tejido adiposo.
Otra cosa interesante: después de un esfuerzo de tipo intenso y explosivo, el metabolismo de base (consumo energético en reposo) de nuestro cuerpo se ve aumentado y dura hasta 48 horas post entrenamiento. ¿Traducción?
Después de una sesión intensa sigues quemando la energía. Y las grasas corporales serán una de las fuentes de energía para cubrir esta necesidad. ¿Has soñado alguna vez en perder peso en tu cama sin hacer nada? Pues aquí está la solución.
Para resumir, los ejercicios intenso explosivos hacen perder indirectamente la grasa y son más eficaces que los esfuerzos largos de tipo resistencia. Y todo con sesiones más lúdicas y más cortas (30 minutos son suficientes).
Para ello te invito a que leas nuestro artículo 4 razones de hacer HIIT en lugar de cardio normal.
Debes saber que la práctica física y el movimiento son indispensables para el funcionamiento de nuestro cuerpo y están estrechamente ligados a nuestro funcionamiento fisiológico vital.
Un cuerpo en movimiento es un cuerpo mucho más eficaz y capaz de tratar, controlar y reciclar sus deshechos haciendo así perder la grasa.
La alimentación hace el 80% y el deporte el 20%. Así que elimina azúcares, alimentos procesados, proteína animal y pásate más a lo vegetal.
Espero que hayas aprendido algo nuevo en este artículo y que será el inicio de grandes cambios en tu vida. Ahora todo depende de ti. 😉
Alba Marti