¿Sabías que la fragancia de un aceite esencial influye directamente en tu estado emocional? En este artículo te voy a hablar de la influencia poderosa de los aromas.
Y para ello debes conocer uno de los sistemas más importantes para los aromas: el sistema límbico. ¿Te suena? ¿O no sabes qué es? Vamos a verlo a continuación. Para ello tengo que hablarte un poquito de anatomía humana.
Abre bien tu mente y deja de hacer todo lo que estés haciendo. 😉
El sistema límbico
Los mecanismos específicos del olfato han sido estudiados por científicos y se ha descubierto que trabajan como el mecanismo de una llave para su cerradura, es decir, la molécula aromática encaja perfectamente en su receptor específico.
Cuando la fragancia se inhala, las moléculas en el aire de dicha fragancia viajan por las fosas nasales hasta el epitelio olfativo o el centro de las sensaciones olfativas, que representa solamente una pequeña parte (un metro cuadrado exactamente) de la cavidad nasal. A continuación, los receptores de las células olfativas se activan y envían un impulso hacia el bulbo olfativo.
Cada receptor olfatorio envía un impulso a una región en particular del bulbo olfativo, bueno a una microregión, llamadas glomérulos. Tenemos unos 2000 glomérulos en el bulbo olfatorio, que reciben los impulsos de los receptores olfativos permitiéndonos percibir los diferentes olores.
Después, el bulbo olfatorio transmite estos impulsos hacia diferentes partes del cerebro, incluyendo el centro gustativo (que es donde las sensaciones del sabor se perciben), la amígdala cerebral (que es donde se almacenan los recuerdos) y hacia otras partes del sistema límbico.
Porque el sistema límbico está directamente conectado con todas las partes del cerebro, como el centro regulador del latido cardiaco, de la presión arterial, la memoria, los niveles de estrés o el equilibrio hormonal, los aceites esenciales pueden tener efectos fisiológicos y psicológicos.
Sea cual sea el mecanismo, el olfato es el único de los 5 sentidos directamente relacionado con el sistema límbico, el centro de las emociones. Así, la ansiedad, la depresión, el miedo, la ira, la rabia, la felicidad y la alegría surgen de esta región cerebral.
El olor de una fragancia puede evocar recuerdos y emociones antes de que seamos conscientes de ello. Cuando los olores están concertados, reaccionamos primero y pensamos más tarde. Todos los demás sentidos (tacto, sabor, oído y vista) son dirigidos por el tálamo (otra región del cerebro), que actúa como la centralita del cerebro. Los estímulos pasan por el córtex cerebral (el centro del pensamiento consciente) y por otras partes del cerebro.
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El sistema límbico y el hipotálamo
El sistema límbico es un grupo de estructuras cerebrales que incluye el hipocampo y la amígdala cerebral y se localiza debajo del córtex cerebral. Puede activar directamente también el hipotálamo, que es uno de las partes más importantes del cerebro.
El hipotálamo controla la temperatura, el hambre, la sed, el cansancio, el sueño y los ciclos circadianos. Actúa como el centro de control hormonal y libera las hormonas afectando muchas funciones del cuerpo.
La producción de la hormona de crecimiento, las hormonas sexuales, las hormonas tiroideas y los neurotransmisores como la serotonina están dirigidos por el hipotálamo.
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Los aceites esenciales y el cerebro
Los aceites esenciales, por su fragancia y por su estructura única molecular, pueden estimular directamente el sistema límbico y el hipotálamo, que es el responsable de los estímulos olfativos.
No solamente la inhalación de un aceite esencial puede utilizarse para combatir el estrés o un trauma emocional, sino que puede también estimular la producción de hormonas desde el hipotálamo. Esto se traduce en un aumento de las hormonas tiroideas (nuestras hormonas encargadas de darnos energía) y nuestras hormonas de crecimiento (las hormonas de juventud y longevidad).
Los aceites esenciales también pueden utilizarse para reducir el apetito y aumentar la saciedad, gracias a su capacidad de estimular el hipotálamo, que es el que controla nuestra sensación de saciedad y nuestra capacidad de parar de comer. Más abajo encontrarás un estudio realizado.
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Una estimulación adecuada de los nervios olfativos podría ser una nueva terapia para curar enfermedades.
Es muy importante tener un buen estado de salud olfativo para aprovecharse al máximo de las propiedades de los aromas de los aceites esenciales.
A continuación podrás ver en la imagen detallada el sistema límbico y cómo las moléculas aromáticas influyen en el centro de las emociones cerebral.
Algunas teorías y estudios científicos
Un artículo en el Scientific American, plantea una pregunta interesante relacionada con la teoría de la llave y la cerradura, diciendo que dicha teoría no explica por qué unas moléculas formuladas de igual manera huelen totalmente diferente; como el etanol, que huele como el vodka, y el etanotiol como huevos podridos.
Otra teoría del olfato, llamada la teoría de la vibración propuesta por un científico italiano llamado Luca Turin, cuenta que más bien que la teoría olfatoria de la llave y la cerradura, son las propiedades vibratorias de las moléculas las que nos permiten distinguir los olores. Y sugiere que los receptores olfativos sienten la vibración cuántica de los átomos de cada sustancia odorante. Permitiendo a los humanos de percibir un número ilimitado de olores, como los receptores olfativos están sintonizados a frecuencias diferentes. Puedes encontrar la teoría de Luca Turin aquí.
Mientras la teoría de la vibración sigue siendo bastante controvertida, Jennifer Brookes, una científica de la University College London, llevó a cabo otro estudio en el que examinó los modelos de selección de los receptores, incluyendo los que estaban basados en la forma y otros factores como frecuencias de vibraciones. Si quieres ver la teoría de Brookes, haz clic aquí.
En 2015, la escritora Christina Agapakis, investigó el razonamiento del defensor original de la teoría de la vibración, el químico Malcolm Dyson, quien propuso esta teoría en 1929.
Para Dyson, la idea de las vibraciones moleculares podría ser la base de nuestro olfato, sugiriendo una simetría con los otros sentidos. Los bastones y conos de la retina responden con las vibraciones de la frecuencia de la luz; las células filosas de nuestras orejas activan una respuesta a las frecuencias de los sonidos mediante ondas vibratorias en el aire. ¿Es el olfato también un sentido vibratorio?
En un gran estudio clínico, el doctor Alan Hirsch, utilizó los aceites esenciales, entre los que estaba el de menta (conocido por sus propiedades saciantes), como desencadenante para la pérdida de peso en un gran grupo de gente (alrededor de 3000 personas) que habían realizado antes algún programa para perder peso sin resultados. La magnitud de la pérdida de peso de los sujetos estudiados está directamente relacionada con la frecuencia con la que utilizaron los aromas inhalados.
Un grupo en el estudio perdió hasta 2 kilos al mes durante 6 meses. El doctor Hirsch sugirió que inhalando algunos aromas, los individuos que tenían buen olfato siguieron perdiendo peso después de los 6 meses. Puedes ver el estudio haciendo clic aquí.