En este artículo aprenderás un poco más sobre las Nanopartículas. Es un artículo un poco técnico, pero creo que es importante saber lo que le damos a nuestro cuerpo.
Puede que ya hayas oído hablar de las nanopartículas, o puede que no. Si es el caso, me encantaría que me dieras tu opinión sobre el tema.
Por ejemplo, en cosmética y alimentación industrial encontramos muchas nanopartículas. Así que creo que deberás saber un poco más.
Lo primero que deberías hacer es mirar las etiquetas de todo lo que compras. Es cierto que se pierde un poco de tiempo, pero hoy en día diría que es imprescindible mirar lo que comemos y lo que nos ponemos en nuestra piel.
Este artículo me ha tomado un tiempo en escribirlo, ya que hay mucha información que no está del todo clara. 🙂
El peligro de las nanopartículas
Pero… qué son las nanopartículas (la parte más técnica)
Hay nanopartículas o partículas ultra finas (PUF) de origen natural proveniente de las emanaciones volcánicas, descomposición…otras vienen de la actividad humana (partículas emitidas del calentamiento, transporte, industrias…).
Otras son productos hechos intencionalmente, hablamos entonces de nanomateriales manufacturados.
Los nanomateriales son materiales de dimensiones entre 1 y 100 nanómetros (nm). Contienen partículas libres, en forma de agregado o de aglomerado, que por lo menos el 50% de las partículas presentes tienen entre 1 y 100 nm.
Esta talla nanométrica (que equivale a una billonésima parte de un metro. ¿Te imaginas la dimensión?) les da las propiedades físicas, químicas, electromagnéticas, ópticas o biológicas (especialmente tienen una gran reactivada con las proteínas, ya que son moléculas biológicas) en función de los átomos que los constituyen y de su forma.
El desarrollo de las nanotecnologías al origen de la producción de nanomateriales manufacturados levanta interrogaciones de orden científica y sanitaria. No solamente para los consumidores, sino también en los lugares de trabajo.
No hay suficientes conocimientos epidemiológicos ni toxicológicos debidos al carácter tan reciente del desarrollo tecnológico.
El Instituto Nacional de Seguridad, Salud y Bienestar en el Trabajo ha creado un Portal de Riesgos Químicos en el que habla sobre las nanopartículas.
Y aquí encontrarás un documento sobre los Riesgos Asociados a las Nanopartículas.
Las vías de exposición
Las vías de exposición para el ser humano son la respiratoria, cutánea, digestiva y por vía parenteral en el contexto médico.
La vía la más estudiada es la respiratoria, ya que las personas que producen o manipulan estos nanomateriales están muy expuestas. Además de la respiratoria, ha habido estudios que demuestran que la exposición por vía digestiva es la más consecuente.
Estimaciones recientes de dosis diarias ingeridas de dióxido de titanio nanométrico señalan una posible exposición a 1mg/kg/día, sobre todo en los niños. (Titanium dioxide nanoparticles in food and personal care products.Weir et al 2012.)
Vía respiratoria
Vía pulmonar
En cuanto estas partículas están en forma de polvos (después de su síntesis), son muy volátiles y el riesgo mayor asociado es el relativo a una exposición del aparato respiratorio.
Los pulmones son los que están expuestos en primera línea, las partículas más finas van hasta los compartimentos alveolares produciendo inflamación (enfermedades crónicas como el asma, EPOC, placas pleurales, cancer pulmonar…).
Una vez en el pulmón, algunas nanopartículas pueden pasar al sistema circulatorio y acumularse en algunos órganos secundarios.
Vía nasal
En forma de aerosoles, los nanomateriales son capables de entrar en el organismo a través las fosas nasales, teniendo un acceso directo al cerebro.
Vía cutánea
La vía cutánea puede afectar más al sector de sanidad, aunque también a todo el mundo, porque hay muchos productos cosméticos o cremas (solares, hidratantes…) que contienen nanomateriales.
Vía digestiva
Las nanopartículas proceden de embalajes alimentarios, o directamente de la alimentación: en los alimentos y bebidas que contienen aditivos.
Comparando con la vía respiratoria, hay muy pocos estudios sobre el impacto de una exposición por vía oral. Pero se sabe que los nanomateriales pueden pasar la barrera intestinal y difundirse en el organismo para potencialmente inducir efectos tóxicos.
En el 2017, un estudio del INRA (Institut National de la recherche agronomique) francés, (que traducido sería el instituto nacional de la investigación agronómica) concluyó que la exposición crónica a las nanopartículas de titanio (E171) favorecía el crecimiento de lesiones pre-cancerígenas, lesiones cardíacas o edemas del hígado en ratones de laboratorio, aunque estos estudios no permiten concluir los efectos en el ser humano.
Y ¿para qué sirve todo esto?
La mayoría de los nanoproductos ofrecen ventajas debidas a la incorporación de polvos nanoparticulares que les dan nuevas propiedades.
A nivel industrial, las nanopartículas se perciben como oportunidades en muchos ámbitos de aplicación.
El dióxido de titanio de forma nano (E171) o TiO2, en la forma no nano, es un polvo blanco que se utiliza principalmente como colorante, para blanquecer o intensificar el brillo de los productos alimentarios y de los cosméticos.
Los nanomateriales tienen «ventajas», que no son indispensables, pero muy prácticas para los industriales, como la eliminación de bacterias o de olores para la plata nano, resistencia y ligereza para los nanotubos de carbono, efecto fluidificante para los nano-silicios de uso alimentario…
Porque hoy en día queremos que todos los alimentos sean perfectos, las manzanas bien redondas, sin ningún defecto y bien brillantes, las cremas bien planas y sin olores… Así que estas «ventajas» las industrias se aprovechan para decir por ejemplo que dicha crema solar contiene nanopartículas de dióxido de titanio será más transparente que una crema clásica, evitando los restos blancos en la piel. Y esto es un buen argumento de venta.
¿Cuál es el problema?
Cremas solares, dentífricos, textiles, platos preparados, pinturas, dulces, pasteles, chocolate, medicinas, maquillaje… Los nanomateriales manufacturados están presentes en muchos productos que consumimos habitualmente. Pero su efecto es poco conocido, en especial cuando se ingieren.
Por lo tanto, algunos aditivos a base de nanopartículas están autorizados en nuestros platos y en los medicamentos.
La revista francesa 60 Millions de Consommateurs reveló que el dióxido de titanio estaba presente en forma de nanopartículas en las golosinas, pasteles, fármacos, cremas… si que estuvieran anotados en las etiquetas. Aunque está en francés (no he encontrado en Español), haz clic aquí para leer todos los artículos de la revista que habla sobre las nanopartículas. Aluciné cuando leí todo esto.
Así, el problema para mí no es una infracción de la ley, sino una falta de transparencia de las industrias.
¿Crees que es peligroso todo esto?
Una sustancia en principio inofensiva puede volverse tóxica si se utiliza en cantidades mínimas, como en los nanomateriales, explica el INSHT. Con un tamaño reducido, las partículas desarrollan nuevas propiedades físico-químicas, ya que el tamaño les da una superficie de reacción más grande que el mismo material no nanométrico.
El problema es que debido a su tamaño, las nanopartículas y sus nuevas propiedades pasan a través nuestras barreras fisiológicas. Las nanopartículas presentes en nuestra alimentación pasan la pared intestinal y se encuentran en la placenta, el hígado, los pulmones, el cerebro…
Ya hemos visto los estudios que muestran los efectos inflamatorios, pulmonares, los efectos sobre el sistema inmunitario, o en los ratones la aparición de lesiones cancerígenas debido a las nanopartículas.
Ya hemos visto también que los nanomateriales están muy presentes en los alimentos refinados, sobre todo en los dulces. Los niños, así, están en primera línea, cuando su organismo está en pleno desarrollo.
Una obligación de etiqueta de los productos cosméticos y alimentarios que contienen nanomateriales es obligatoria desde el 2013 en la Unión Europea. La regla les obliga a hacer lo siguiente: «Nombre del ingrediente [nano]»
Pero la regla no se respeta siempre. Desde el 2013, algunos otros países europeos, impone a las empresas y laboratorios de declarar las sustancias al estado nanoparticular fabricadas, importadas o puestas en el mercado del país.
La mejor solución es de memorizar los nombres de las nanopartículas las más utilizadas y de las localizar en las etiquetas. Las más utilizadas son: el dióxido de titanio (E171) y el dióxido de silicio (E551).
Nanopartículas y maquillaje
Podemos encontrar nanopartículas en las bases de maquillaje, sombras de ojo o pinta labios.
Los productos con efecto nacrado o con brillo o efecto luz, contienen nanopartículas, debido a sus propiedades ópticas.
Las bases de maquillaje alisantes pueden contener nanopartículas de dióxido de silicio o de zinc.
Los dentífricos pueden contener también nanopartículas de fluoruro de calcio.
Y los pinta labios de larga duración contienen, la mayoría del tiempo, nano óxidos de hierro.
Efectos y peligros
Las nanopartículas de dióxido de silicio y de zinc retienen las enzimas que están al origen de la rugosidad y de la sequedad de la piel.
Las nanopartículas de titanio (vía el colorante E171) pueden alterar la barrera hematologías-encefálica, una barrera que protege el cerebro. Pero pueden pasar también la barrera intestinal y encontrarse en diferentes órganos vitales como el hígado, el corazón, los pulmones. Así que el dióxido de titanio ene forma nano ha sido clasificado por el CIRC (Centre International de Recherche sur le Cancer) (Centro Internacional de Investigación sobre el cancer francés) como posible cancerígeno.
Las nanopartículas pueden igualmente afectar la actividad de una proteína eliminando las sustancias tóxicas en los órganos vitales.
De una manera general, su tamaño diminuto permite pasar a través las barreras fisiológicas como la piel y los pulmones y otros órganos. Así que se pueden encontrar restos en la sangre o en la orina.
Las nanopartículas son tóxicas para el ecosistema acuático: algunos estudios han demostrado que las nanopartículas presentes en las aguas tratadas de las depuradoras serían capaces de eliminar los microorganismos fundamentales que participan al tratamiento del agua.
Las nanopartículas de d dióxido de titanio (E171) están igualmente presentes en algunas pinturas.
Lista de productos que contienen nanopartículas
En este documento del INSHT, en el apartado 3.1, encontrarás los productos que contienen nanopartículas.
Pero he encontrado una página en francés que actualiza los productos y marcas que contienen nanopartículas. Haz clic aquí para verlo.
Cómo evitar las nanopartículas
La mejor forma es de volverse hacia los cosméticos bio que han excluido su uso desde el 2008.
O todavía mejor, hay que mirar la lista de los ingredientes antes de comprar el producto.
Pero la mejor opción para mí es de hacerme yo misma mis productos. Aunque sé que todo el mundo no quiere hacerlo y prefiere comprar. Pero así, de esta forma, yo sé lo que me pongo en mi piel y sé lo que como.
En cuanto a la alimentación, lo mejor es comprar productos frescos y cocinar en casa. Evitando así cualquier sustancia añadida conservante.