Bio, sin lácteos, sin gluten, super frutas, ricos en vitaminas y antioxidantes…

Los industriales rivalizan de invenciones para etiquetar los alimentos en «sanos» y «dietéticos».

Aunque España es uno de los países de la Unión Europea donde la dieta Mediterránea domina, la gente se preocupa mucho por la comida healthy tan a la moda.

Durante los 10 últimos años, las ventas mundiales de alimentación sana han explotado. Se ha convertido en un negocio que pesa ya 20 millones de euros. Todos los industriales lo han entendido, pero ¿es este negocio tan sano como dicen en los embalajes de todos sus productos?

¿Cómo estar seguro de bien comer?

hemos estado estudiando estos productos a la lupa y nuestra cocina se ha transformado en estos últimos tiempos en un terreno de encuesta: aditivos, azúcares, pesticidas…

Hemos ido descubriendo un universo mucho menos sano de lo que nos dicen.

Probamos diferentes alimentos ecógicosol: magdalenas y pastas sin gluten, tortitas de arroz inflado, zumos de frutas, leche de almendras, frutos secos que vienen de lejos… Alimentos con poco azúcar, con paca sal, vitaminados y equilibrados.

Los especialistas inventaron un nombre para este tipo de comida: la healthy food.

La healthy food

Una expresión inglesa que significa comida sana y que reagrupa alimentos muy diferentes:

  • BIO/ORGÁNICO/ECOLÓGICO
  • SIN LÁCTEOS
  • SIN PRODUCTOS ANIMALES
  • SIN GLUTEN
  • SUPERALIMENTOS
  • RICOS EN VITAMINAS Y MINERALES

Cuando hace 1 año empezamos a cambiar nuestra alimentación y a adoptar esta nueva, al poco tiempo nos dimos cuenta de que estábamos menos enfermos, teníamos más energía y perdimos peso.

Veamos a continuación los alimentos de la healthy food:

SIN GLUTEN

Comer sano, una tendencia mundial que empezó con los productos SIN GLUTEN destinados a las personas alérgicas a los alimentos con gluten. Este tipo de alimentación ha conquistado a muchas personas, adoptándola como dieta principal.

Si ya has leído este artículo sabrás mucho más sobre el gluten, pero de manera muy general el gluten actúa en el sistema digestivo como una cola impidiendo a nuestros intestinos la absorción de los nutrientes. Con lo que la digestión va ser más lenta y más pesada.

Puede parecernos que esta alimentación sin gluten es muy restrictiva, pero al contrario, nos lleva a un mundo con muchos productos y posibilidades.

He oído decir a muchas personas si no como pan ni pasta, qué voy a comer…no puedo comer nada…

De hecho hay un nuevo mundo por descubrir: quinoa (rojo, negro), mijo, alforfón (o trigo sarraceno), amaranto (o zarza), arroz de todos los colores…

Es un nuevo alfabeto el que hay que aprender y aprender a descifrar, pero vale la pena.

El inconveniente es el precio elevado de los productos sin gluten en el mercado.

Pero para proponernos este tipo de productos a un precio más razonable, los industriales han hecho algo distinto: productos hechos con almidón junto con muchos aditivos. Los nutricionistas que han estudiado estos productos recomiendan mirar siempre los ingredientes detrás del embalaje (sí sí, la etiqueta con la letra pequeña que nadie lee porque nadie la entiende). Porque no porque en el embalaje ponga sin gluten quiere decir que sea sano.

Por ejemplo, en un pan de molde sin gluten que analizamos, contenía agua, almidón de maíz, almidón modificado, aceite de palma, sirope de glucosa, azúcares, espesantes, goma xantana, goma guar, conservantes… un montón de aditivos añadidos.

¿Cuál es el problema en todo esto? Se está creando una especie de confusión entre la gente, porque se piensa que cuando en el embalaje de un producto hay la marca sin gluten significa sano y según los nutricionistas, contienen muchos ingredientes que pueden causar problemas digestivos.

E-334, E-338, E-339, E-340, E-341, E-343, E-422, E-464, E-471, E-500, E-621… Todos estos aditivos los podemos encontrar perfectamente en los productos industriales sin gluten. (Puedes leer el artículo aquí que publiqué sobre el E-621 o GMS). Aunque los aditivos que contienen los alimentos industriales estén regulados, no dejan de ser aditivos.

Después de las harinas y el pan sin gluten, el producto más de moda por todas las marcas es la pasta sin gluten, claro. En lugar del trigo, utilizan harinas de maíz y de arroz.

Pero la pasta sin gluten, según los expertos, contiene unos cuantos aditivos, como el famoso E-471 (o mono y diglicérdios de ácidos grasos).

Este aditivo está presente solamente en la pasta sin gluten y no en la pasta clásica. Lo que hace es compensar la ausencia del gluten. Y permite unir los ingredientes, aunque esta sustancia química puede tener repercusiones para nuestro sistema inmunitario.

Según una doctora en farmacia, el E-471, junto a otras familias de emulsificantes, perturban la barrera intestinal, pudiendo provocar enfermedades auto-immunes, diabetes, alergias… Todas las patologías modernas que encontramos cada vez más en nuestra sociedad.

Entonces, ¿podemos comer sin gluten y sin aditivos?

La respuesta es SÍ: 

  • Mirando las etiquetas de los productos.
  • Eligiendo siempre los buenos alimentos, alimentos primarios.
  • Y cocinando en casa tus recetas tanto dulces como saladas sin gluten.

RICOS EN VITAMINAS Y ANTIOXIDANTES

Es otro sector alimentario a aprovecharse de la tendencia de comer sano: la venta de nuevos zumos industrialesde frutas y verduras aumenta: de remolacha, piña, brócoli, espárragos, limón, granada, jengibre… zumos que nos prometen el lleno de antioxidantes y un efecto detox.

Una bebida que nos dicen sana, pero que no lo es si la miramos con más detenimiento. Aunque contengan zumos de frutas y verduras, siempre les añaden azúcar y conservantes.

Un productor de este tipo de zumos, en una emisión de la tele francesa, hablaba que no hay que consumir 1 litro de sus zumos por persona cada día, y menos por la noche, por su alto contenido en azúcares. Pero dice que entre una bebida tipo soda con el mismo contenido de azúcar y uno de sus zumos, es mejor sus zumos porque contienen alimentos naturales.

¿Y en cuanto a los zumos sin azúcares añadidos? Aunque no tengan azúcares añadidos, contienen el azúcar natural de las frutas, la fructosa. Y su contenido en la botella de zumo es demasiado elevado.

Por ejemplo, un vaso de zumo industrial de granada equivale a 6 trozos de azúcar. Una de las propiedades de la granada es proteger contra el cáncer. Pero cuando vemos estos niveles de azúcares, hace todo lo contrario. Mientras que una granada equivale a 1-2 trozos de azúcar. Esto se debe a que en el zumo no ponen solamente 1 granada, sino varias.

Un estudio realizado en 2014 en la famosa revista americana The Lancet dice que los zumos de frutas contienen las mismas calorías y azúcares que los sodas.

La solución: diluir tus zumos de frutas industriales con agua para reducir la concentración en azúcar… o la mejor solución para mí: hacerse sus zumos de frutas caseros, añadiéndole agua y verduras para compensar y reducir el alto contenido de azúcar.

La fructosa no es mal para el organismo, pero qué pasa, si además de la fructosa consumimos otros azúcares, como los hidratos de carbono, es done está el problema: habrá un exceso de azúcar en la sangre y nuestro páncreas tendrá que trabajar más. Puedes ver un artículo relacionado con la insulina aquí.

Un zumo de azúcar equilibrado debería contener:

  • 1 porción de raíz (zanahoria, jengibre, remolacha, etc).
  • 1 porción de vegetal de tallo (como el apio, el puerro, etc).
  • 1 porción de hoja verde (como los espinacas, la col, etc).
  • 1 porción de frutas.

Y si haces una dieta de zumo detox de ayuno, esta herramienta te servirá también para tus batidos.

Puedes encontrar recetas de zumos aquí.

En este artículo del blog, puedes ver los beneficios de las frutas y verduras por colores, en el que te hablo de mezclar frutas y verduras.

Y si quieres iniciarte en esta magnífica aventura de los zumos de verduras y frutas caseros no puedes dejar de leer nuestro artículo sobre qué material utilizar.

SIN LÁCTEOS

Desde hace unos años, las leches sin leche invaden los supermercados. Hay tantas como leches animales, pero cuestan el doble.

¿Cómo se explican estos precios? No se sabe exactamente, pero es más un fenómeno de moda y marketing que otra cosa, porque sus ingredientes no justifican estos precios elevados.

Antes yo compraba este tipo de leches… hasta que un día descubrí que las podíamos hacer caseras. Y desde entonces, pienso que nos están engañando, primero porque hacer una leche vegetal cuesta 5 minutos, máximo 10 de nuestro tiempo; y segundo porque hay que leer las etiquetas: por ejemplo en una leche de arroz que hemos analizado, el primer ingrediente es el agua (el que aparece primero en la lista de ingredientes), de arroz solamente hay en esta botella un 10%. Todo el resto es agua. Con lo que compramos agua, compramos el embalaje y la publicidad. Son leches pobres a nivel nutricional y caras. Y además contienen aditivos y conservantes.

Uno de los aditivos más común de estas bebidas es el carrageenan. Son extractos de algas rojas que se utiliza como gelificante para dar consistencia al producto. Muy común en los productos sin gluten.

En EEUU, científicos de la universidad de medicina de Chicago, estudian esta alga desde hace más de 20 años. Y certifican que este alga es mala para todo el mundo y muy mala para algunos.

En 1995 probaron los efectos del carrageenan en ratones, descubriendo así una intolerancia a la glucosa en los ratones que habían absorbido el alga. Algunos ratones desencadenaron úlceras gástricas y cáncer de intestinos.

En el ser humano, probaron con pacientes curados de úlceras gástricas y tras ingerir el alga, habían recaídas.

Puedes hacer cualquier tipo de leche vegetal… En el blog, encontrarás recetas de bebidas vegetales haciendo clic aquí.

Será una bebida casera, sin azúcares, sin aditivos ni conservantes y que aportan muchos oligoelementos.

Son un excelente sustituto de la leche de vaca. (Haz clic aquí si quieres ver por que los lácteos son peligrosos).

LOS SUPERALIMENTOS

Mejorar la salud es la preocupación de los que quieren comer sano. Para ello, algunos productos son más beneficiosos que otros. Se les llama los superalimentos.

Son alimentos que contienen más cantidad de antioxidantes, vitaminas o en minerales que los otros. En polvo, crudos o secos, tenemos para todos los gustos y colores.

Algunos como la maca, la lucuma, la algarroba, la acerola, el klamath, col kale, bayas de goji, de arándanos… En sus países de origen se utilizan para curar o como prevención de enfermedades.

¿Son todos tan buenos como dicen? Volvemos al embalaje. Con las frutas y verduras es mejor que se consuman lo menos tratadas posible. Para ello están los productos orgánicos o ecológicos. Hay que prestar atención que en el embalaje ponga el logo del certificado ecológico.

He encontrado un blog con los sellos ecológicos, muy interesante.


NO HAY UNA SOLUCIÓN MILAGRO

Que no te vendan la moto.

¿Y si el secreto de al alimentación sana es poner las manos en la masa y en comer productos locales y de temporada?

Vi un reportaje en la tele francesa sobre esto y para el entrenador deportivo del equipo de Francia de natación, la alimentación sana es una de las claves del éxito deportivo. Para él la alimentación de antes, durante y después del entrenamiento y de todo el año tiene un rol en el rendimiento de los deportistas.

En un programa sobre la healthy food, el entrenador invitó a un nutricionista diplomado en EEUU especializado en la comida sana. Les dice a los nadadores de traerle lo que para ellos son productos sanos, pero ninguno tiene la misma definición (para algunos es una fruta pero para otros es una barra ultra proteica, mantequilla de cacahuetes, tortas vegetal, galletas dietéticas o incluso un soda light o zero).

Les aconseja de hacerse ellos mismos sus bebidas energéticas con, por ejemplo, leche de coco con jengibre, limón y sal, para poder disminuir la acidez del cuerpo después de un entrenamiento. Te invito a leer este artículo sobre los mecanismos ácidos y básicos del cuerpo.

CON QUÉ ME QUEDO

Resumiendo, en lugar de comprar productos industriales, aunque sean dietéticos, les aconseja preparar ellos mismos sus bebidas.

  • La mejor bebida energética: leche de cáñamo (para las proteínas), sirope de agave y agua. Todo triturado sin filtrar. Incluso se le puede poner cacao.

En cuanto a productos locales y de temporada, ¿por qué comer alimentos como las bayas de goji o de arándano, la acerola y otros muchos alimentos importados y deshidratados cuando podemos tener productos locales frescos y de temporada como muchas de las frutas y verduras? ¿Será un fenómeno de moda o una estrategia de marketing, o realmente vale la pena comprar estos alimentos y dejar de lado los nuestros?

Mi respuesta es que hay que tener un poco de sentido común. Contra más fresco, más local y menos tratado y más de temporada sea el producto, mejor para el cuerpo. La naturaleza es sabia y produce alimentos en función de las necesidades geográficas. Las personas que viven en un lugar no tendrán las mismas necesidades que las otras de otro lugar.

Así que claro que podemos consumir los superalimentos que vienen de lejos, porque son muy buenos para el organismo, pero creo que lo primero es consumir productos locales, frescos y de temporada, y luego como complemento, consumir los otros. Y no hacer lo contrario.

Y sobre todo, mirar la etiqueta, mirar los sellos de certificado y  los ingredientes que contenga.

¿Qué te ha parecido?

Alba Marti
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